En mi artículo anterior tocamos las muchas razones por las que es importante ponerse fuerte y mantenerse fuerte. Sin embargo, mucha gente tiene una noción preconcebida y demasiado simplificada de cómo ponerse fuerte… ¡vas al gimnasio! Pero, ¿cuántas personas conoces que van al gimnasio y nunca hacen ningún cambio o progreso real?
Desde muy joven ser madre siempre fue mi deseo.
Veinte años más tarde, después de tener al primero de tres humanos increíbles, puedo decir que no es nada fácil, pero a pesar de las dificultades, al menos vale la pena desde mi perspectiva. Fue idílico imaginar esto sin experimentar primero lo que realmente significa dar a luz y criar hijos.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos situados en la parte inferior de la cavidad abdominal, la pelvis. Su función es sostener las vísceras del abdomen y la pelvis (vejiga y uretra, útero, vagina y recto), es decir sostener el aparato digestivo, urinario (responsable de controlar la continencia urinaria y anal) y reproductor.
Sabías que también se puede hacer yoga con los dedos y las manos? Los gestos que adoptamos flexionando, doblando, colocando, presionando los dedos, de forma específica, se denominan Mudras. Estos gestos son considerados por algunas culturas como gestos sagrados, pero además poseen beneficios terapéuticos porque tienen cualidades específicas que benefician a aquellas personas que los practican.
En mi último artículo hablé de los xenoestrógenos y de cómo los elementos cotidianos que utilizamos en nuestro cuerpo alteran nuestras hormonas, en particular, cómo contribuyen en el dominio de los estrógenos en las mujeres durante la menopausia. Aunque es difícil eliminar todas las sustancias químicas que utilizamos en nuestro cuerpo, podemos evitarlas siendo más conscientes de lo que compramos, comemos y bebemos para ayudarnos a mantener un bienestar saludable.